La popularidad de la capital portuguesa va en aumento y son cada vez más las personas con las que nos cruzamos las que han visitado, quieren visitar, repetir o incluso mudarse a Lisboa para vivir.
Sus estrechas y coloridas callejuelas por las que pasan oxidados tranvías amarillos, un clima mediterráneo (y romántico-bohemio) con fama de 300 días de sol al año, gente maja y políglota en su mayoría, comida y repostería deliciosa, efervescencia cultureta, playas y villas encantadas a media hora en tren y el río Tajo unido al oceano Atlântico de manto protagonista de la ciudad son algunos de los muchísimos motivos que atraen cada vez más turistas a la bella capital lusa.
Pero claro, como todo en esta vida, «si tiras mucho de la cuerda, al final se rompe«. Así que este post nace de la necesidad de contaros lo que debéis evitar hacer cuando vengáis de visita por Lisboa (dándoos planes alternativos, claaaro), para que podamos seguir disfrutándola, residentes y visitantes, por muuuchos años más, sin ahogarla en un turismo de masas desenfrenado. Reunimos una serie de consejos prácticos para ti, que no quieres que tu huella turística contribuya para que la cuerda se rompa definitivamente y pierda toda la autenticidad y el respeto por la cultura y la población local.
Contenidos
Tranvía sí, pero no todos
Uno de los platos fuertes de la mayoría que visita Lisboa: un recorrido en un tranvía clásico, de esos que tejen los cielos lisboetas con sus telarañas de cables y cuyo sonido sobre raíles es música para los oídos turistas. Pero es que los «exóticos» y bellos tranvías son un medio de transporte en Lisboa, para quien vive, trabaja y tiene horarios en la ciudad. La saturación del tranvía 28 es un ejemplo evidente del turismo de masas en la ciudad: mucha gente que usaba el 28 en su cotidiano ha tenido que buscarse alternativas porque está lleno a reventar de turistas todos los días. Por favor, evita subir al tranvía 28.
Plan alternativo: usar el tranvía turístico que hace el mismo recorrido que el 28 y está habilitado para eso mismo: turismo. Se llama «Hills Tramcar Tour«, es un tranvía rojo y es Hop ON Hop OFF, es decir, puedes salir y entrar en las paradas indicadas a lo largo del recorrido las veces que quieras durante el periodo de validez del billete, 24h después de validación. Puedes comprar el billete en este enlace. Sí, es más caro que subirte al 28, pero a cambio, puedes utilizar el billete durante las 24h para moverte por la ciudad.
¿Me interesa realmente este «imprescindible»?
Te has leído la guía o el post que pone todos los «qué ver» en Lisboa pero… ¿Has elegido lo que te interesa realmente? Si todo el mundo nos hiciéramos esta pregunta en cada viaje, probablemente las colas interminables para determinados sitios tendrían fin en algún momento. Si no entras esta vez en la Torre de Belém no pasa nada, seguro que has aprovechado para hacer algo que te gusta mucho más.
Plan alternativo: En vez de preguntarte «¿Qué tengo que ver en Lisboa?», pregúntate «¿Qué me gusta?» y busca algo acorde a tus gustos en la guía o blog, no a los de quien te los indicó.
¿Free Tour? No, gracias.
¿Sabías que al participar en un free tour por la ciudad estás contribuyendo para un negocio en el que se paga para trabajar y cuyos ingresos son muy precarios? Infórmate antes de participar en todo lo que suene demasiado apelativo… suele traer algo escondido.
Plan alternativo: Montarte el recorrido por tu cuenta con la ayuda de blogs, guías y apps, pasando por donde más te interesa. Durante tu recorrido, mirada atenta, tanto por la belleza de los edificios como por lxs carteristas que van en aumento con el aumento de turismo… Lo mejor para descubrir Lisboa es… ¡perderse!
Una opción que nos encanta y que acabamos de probar son los tours/juegos de Secret City Trails: te llevan por rincones fuera de ruta (incluso en los barrios más turísticos como Alfama, Bairro Alto, Graça…), aprendes sobre la ciudad de forma interactiva (en cada paso te dan información sobre lo que estás viendo o sobre la ciudad), son para un máximo de 5 personas y es una experiencia súper divertida (son como una gymkana donde debes de ir solucionando las adivinanzas). Nosotrxs hicimos recientemente el tour de Graça & Alfama, y a pesar de conocer la zona, ¡descubrimos muchos lugares por los que ni habíamos pasado! El tour pasa por 23 puntos, y más de la mitad eran desconocidos para nosotrxs.
Más de 10 es multitud
Si participas en una visita guiada de pago por la ciudad en la que participan más de 10 personas, aparte de que no te vas a enterar de todo lo que cuente la/el guía ¿te imaginas llegar tarde al trabajo porque tienes que esquivar cada mañana una horda de 20 turistas siguiendo ciegamente a un/a guía? Pues eso.
Plan alternativo: Si participas en una visita guiada, entérate de cuánta gente es parte de tu grupo ANTES de participar.
¿Paella y en inglés? Se me ha quitado el hambre
A ver, esto es un poco exagerado porque hay buenísimos restaurantes en Lisboa que ya tienen el menú en inglés, y está muy bien. Lo que deves evitar son esas calles llenas de restaurantes atrapa-turistas en Baixa o Portas de Santo Antão, en el que te cobran una barbaridad por una paella y una sangría que son platos que ni siquiera tienen nada de portugués.
Plan alternativo: Si te entra el hambre, callejea un poco y elige un restaurante local en el que no te van a clavar y vas a comer tan ricamente. A nosotrxs nos gusta mucho tirar de mercados, como el Mercado de Arroios. En este mercado encuentras desde comida hecha con productos de Serra da Estrela (región en el centro de Portugal) en el «Há Tapas no Mercado» como comida siria en un restaurante creado por un colectivo de refugiados sirios en Lisboa, el «Mezze«. También creemos que un planazo es cruzar el Tajo en barco hacia Cacilhas y contemplar Lisboa deste la otra orilla mientras degustas una «pataniscas» (buñuelos de bacalao) o arroz caldoso de rapé en «Ponto Final«.
Si el hambre te pilla en el centro centro, echa un ojo a los 5 restaurantes que comenta Sandra en este enlace. Sandra es una azoriana asentada en Lisboa hace muchos años que tiene un blog estupendo (en inglés) enfocado al turismo cultural sostenible donde da consejos muy útiles para visitar Lisboa. Los restaurantes que comenta en su post nos han hecho la boca agua, sobre todo el «Chaminés do Palácio» y «Delfina«, habrá que ir a probarlos.
Tuk Tuk por Lisboa
A nosotrxs nos parece una turistada (y eso que es nuestro medio de transporte favorito, pero donde es uno más, por ejemplo en Sri Lanka), que no pega en Lisboa y además es carísimo (sí, sale más caro que el mismo recorrido en taxi)
Plan Alternativo: Indudablemente mucho más autentica la experiencia de montar en un tranvía en Lisboa (el turíííííístico) que en un tuk tuk, ya que es un transporte típico de la ciudad y el tuk tuk, no. Si quieres ir en tuk tuk sí o sí, al menos que sea en uno eléctrico.
El Tranvía 28, en uno de sus paseos
¡Los souvenirs!
Vuelves a casa y quieres tener algo (aparte de las tropecientas fotos que te sacaste) que te recuerde a esos días maravillosos que pasaste en Lisboa. Busca algo original que apoye la economía local en vez de tirar de una sardina-iman-para-la-nevera comprada en esa tienda de souvenirs en Alfama.
¡Ojo! No compres azulejos en el rastro lisboeta, la Feira da Ladra, ya que la mayoría son arrancados ilegalmente de edifícios históricos…
Plan Alternativo: Pierde la cabeza (y algunos euros) en Cortiço&Netos, Fábrica de Sant’ana , Companhia Portugueza do Chá , Apaixonarte o estos dos que ya están un poco más mainstream pero tienen cosas preciosas: A Vida Portuguesa e cerámicas de Bordallo Pinheiro en Vista Alegre.
¿Dónde dormir? La gran cuestión…
Este es el punto más peliagudo y con más polémica de todo el post.
Si quieres dormir en un sitio cómodo, en el centro, con buena relación calidad-precio en el que lxs residentes anteriores no hayan sido expulsados de su casa porque el casero decidió hacer alojamiento local, no busques de primeras un alojamiento local en plena Alfama…
Querer vivir como un local en algunos barrios de Lisboa, como Alfama, están provocando que los locales tengan que irse de esos barrios porque hay cada vez una mayor discrepancia entre el salario medio portugués y el precio del alquiler.
Plan alternativo: Si quieres de verdad vivir como un local, apúntate a esta web para hacer couchsurfing, es decir, quedarte unos días en casa de alguien residente en Lisboa que te abre sus puertas. Las experiencias que tenemos de couchsurfing son geniales porque al final no sólo compartes casa, si quieres compartes conversaciones, paseos, cenas hasta al punto de hacerte amigxs.
Si quieres un espacio privado, no te vamos a engañar, nosotrxs a veces usamos AirBnB en nuestros viajes, claro, pero somos cada vez más conscientes que hay que investigar antes e intentar no usarlo en ciudades y barrios donde el «alojamiento local» está teniendo un impacto negativo en la gente que las habita. ¿Y qué es una ciudad vacía de sus habitantes? ¿Un parque de atracciones?. Mientras las leyes sigan favoreciendo el alquiler de alojamiento local en vez de el de larga duración a sus residentes, y viendo el impacto que tiene en varios barrios de Lisboa, os recomendaríamos buscar un pequeño hotel o pensión con encanto. Si entras en este enlace te proponemos varias opciones donde dormir.
Estos son algunos consejos prácticos para que Lisboa siga siendo auténtica y genuina, y no acabe siendo el reflejo de lo que fue un día. Si tienes alguna idea más, ¡compártela en comentarios!
Venid a Lisboa, es bella a reventar pero cuidado con la fuerza al pisar.
PD: Post inspirado en el hilo de Sandra Henriques (en inglés) en Twitter