Es prácticamente imposible conocer a alguien que vaya de viaje por primera vez a Lisboa y no tenga en su ruta una parada obligatoria en la famosa pastelería de los azulejos azules de Belém para probar los pastelitos de hojaldre crujiente, los archiconocidos «Pastéis de Belém».
Lo que también es prácticamente imposible es que no tenga ganas de repetir dichos pastelitos y conseguir esquivar las constantes apropiaciones de la marca «Pastéis de Belém» por el Mundo que, en realidad, no lo son.
Suele ocurrir con algunos productos de una marca tan potente (o que fue la primera al entrar en el mercado) que la marca entra en nuestro imaginario colectivo sustituyendo al nombre del producto. ¿Ejemplos? «Gillette» cada vez que quieres hablar de «cuchilla» o «Papel Albal» para designar al papel de aluminio, independientemente de la marca de los mismos. Eso mismo pasa con los «Pastéis de Belém» para designar todo pastel de nata.
Viviendo actualmente en Lisboa (volviendo después de 12 años entre Madrid y el Mundo), siendo portuguesa y teniendo a gran parte de mi familia elegida en Madrid, me pareció oportuno explicar la diferencia (en clave cómica) entre pastel de Nata y pastel de Belém.
Así que aquí va mi intento de una breve definición gráfica con ánimo esclarecedor para potenciar un consumo más transparente del exlibris de la repostería portuguesa: ¡el Pastel de Nata!
Este post va especialmente dedicado a todxs nuestrxs amigxs que, consciente o inconscientemente, confunden todos los pasteles de nata que pasan por su paladar con el pastel de Belém. Después de leer este post, te va a quedar súper claro cuál es cada uno. Y si no, no me lo digas…
Pastéis de Belém
Se corresponden a los auténticos Pastéis de Belém (con «M») y los únicos que se denominan así: p-a-s-t-é-i-s d-e b-e-l-é-m. Se pueden encontrar en la Pastelería homónima en la freguesia de Belém (Lisboa) y tienen una receta secreta desde 1837, originaria del Monasterio de los Jerónimos que se encuentra al lado. Tienen la particularidad, como todos los pastéis de nata hechos con una técnica pastelera impecable: saben igual de bien calientes o fríos. Y si les añades canela o azúcar glas, mejor. Si quieres saber más sobre la historia de los auténticos pastéis de Belém entra aquí.
Pastel de Belén
Lo que te dan en una pastelería si encargas un Pastel de Belén (con» N»), supongo. Bastante apropiado en épocas festivas para apreciadores de la liturgia navideña de tradición católica…
Pastel de Belén (2)
Aparte de un pastel litúrgico navideño, hay otra opción para este tipo de pastel. ¿De quién es el cumple? ¡De Belén! ¿En qué se apagan las velas? ¡En el pastel de Belén! Vaaaale, podrá ser una tarta más que un pastel. Pero ¿y si la tarta es el pastel?
Por otro lado hay el meta-pastel de Belén que seria un pastel de belén (con un belén navideño) comprado por Belén.
Esta me parece una aportación imprescindible: la gran importancia de la «M» y la «N» en la nomenclatura de los dichosos pasteles y que tanta confusión genera. Válido para todos los pasteles de todas las Belenes del Mundo.
Pastel de Nata
¡Finalmente los Pastéis de Nata! Básicamente todos los pastelitos que ves con este aspecto. Sí, incluso esos tan monos y ricos y frescos que abrieron al lado de tu curro en Madrid y que ponen en la pegatina «los auténticos pastéis de belém»: son p-a-s-t-é-i-s d-e n-a-t-a.
Dentro de todos los pastéis de nata, que sepáis que ni siquiera son siempre los de la pastelería de Belém los que consiguen el premio «Mejor Pastel de Nata de Lisboa«. En 2017 fue una pequeña pastelería de Ericeira (al norte de Lisboa), «O Pãozinho das Marias», la que se llevó el dulce trofeo. Y como para gustos los colores aquí va una selección de los 11 mejores pastéis de nata que podéis degustar en Lisboa.
Como veis, ¡no hay pastéis de belém a tutiplén!
Espero que haya sido útil, y ¡qué aproveche! (salvo si después de leer el post sigues llamando pastel de Belém a todos los pasteles de crema que se te crucen por el paladar y por el camino. Si es así, ojalá te invadan las flatulencias por comer demasiados de estos adictivos pasteles).
Este artículo NO ha sido patrocinado ni hemos recibido ninguna remuneración de la pastelería «Pastéis de Belém» ni ninguna otra. Pero oye, si alguien nos quiere invitar a un Pastel de Belém (de Belém, Belém) o a una cata de los candidatos a los mejores para este año de 2018, ¡nosotrxs encantadxs! :p
Claro que há diferenças entre Pastel de Belém e o Pastel de Nata. O Pastel de Belém tem mais leite e mais manteiga na massa.
Entre pasteis de Nata também há diferenças dependendo de como é feita a massa, com margarina, com massa folhada de compra, massa folhada invertida etc..
Em Belém também há diferentes pastéis. O de nata e o de cerveja.
Olá Jozhe! Obrigada pelo comentário! Cada local fará o pastel de nata de forma diferente, tanto no recheio como na massa, consoante a receita que usar. Relativamente ao Pastel de Belém, é difícil saber se leva mais ou menos de determinados ingredientes em relação a outros pois a receita do Mosteiro é secreta (e segundo me consta, até tem um protocolo especial na sua elaboração para evitar ser revelada ao público). Na freguesia de Belém em Lisboa há várias pastelerias oferecendo vários produtos. O Pastel de cerveja que comenta (menos conhecido e muito saboroso) pode-se encontrar em Belém mas não na Pasteleria «Pastéis de Belém». Vende-se na mesma rua, por exemplo, logo em frente. Esta guia pretende esclarecer sobre a nomenclatura dos pastéis, visto gerar confusão em terras alheias à nossa (em Espanha, por exemplo) e constatarmos o engano de venda de «Pastéis de Belém» quando realmente são pastéis de nata. Obrigada